Según un grupo de especialistas que trabajan en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, las personas con una dieta con un 25% de azúcar añadido no deben preocuparse por su salud.

Ahora, los investigadores de la Universidad de Utah de Salt Lake City se han mostrado en desacuerdo y sostienen que el nivel “seguro” del consumo de azúcar no es tan seguro como lo pensaría la mayoría de la gente.

Los científicos terminaron recientemente una serie de experimentos en ratones cuyos objetivos eran determinar el impacto del azúcar en el estado general de salud y el comportamiento de los roedores, informa Nature.

Los ratones utilizados en estos experimentos no recibieron grandes dosis de azúcar.

Las cantidades de azúcar que les fueron suministradas cada día eran el equivalente a lo que consumen numerosas personas actualmente a lo largo de un día.

Los roedores permanecieron con esta dieta unas 26 semanas seguidas. Después de eso, fueron soltados en un hábitat relativamente grande que parecía similar al entorno natural de los animales.

Los ratones que no habían seguido esta dieta también fueron liberados en este hábitat.

Los científicos monitorizaron a los roedores durante unas seis semanas y observaron que los que consumieron la cantidad de azúcar considerada como “segura” tenían problemas para adaptarse a la vida allí.

Las hembras tuvieron casi una doble tasa de mortalidad que aquellas que siguieron una dieta saludable, mientras que los machos que habían seguido la dieta del azúcar produjeron casi un 25% menos crías.

Aparte, los machos que habían consumido azúcar con regularidad tuvieron problemas para marcar y proteger su territorio.

Los investigadores dicen que, aunque los ratones y los humanos tengan diferentes anatomías, sus resultados indican que el consumo de azúcar puede ser perjudicial incluso cuando se toma la cantidad considerada como “segura”.

“Si os muestro que algo daña a los ratones, ¿realmente lo probarías en vuestros cuerpos antes de averiguar si es un problema únicamente de los ratones?”, preguntó el especialista Wayne Potts.

Posteriores investigaciones probablemente arrojarán más luz sobre este asunto.