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- Obama rechazaba los programas de espionaje de la NSA en sus días de senador
Publicado por : Unknown
jueves, 8 de agosto de 2013
Parece que ocurrió hace décadas, pero en los días en que era senador, Barack Obama quería una regulación más estricta para las actividades de espionaje de la NSA. Hace unas semanas, la Casa Blanca boicoteó la enmienda de Amash que pretendía limitar los poderes de la NSA.
Por supuesto, en los años que pasaron desde que Obama llegó a ser presidente han cambiado muchas cosas, incluso una de sus promesas para proteger a los filtradores.
Sin embargo, es cierto que Obama no ve a Edward Snowden como a un denunciante, porque no fue a las autoridades para desvelar lo que consideraba como una violación de la Constitución de Estados Unidos y de los derechos humanos fundamentales. Estoy segura de que eso habría resuelto pocas cosas.
Lo más curioso es que en el año 2007, Obama co-patrocinó un proyecto de ley que habría exigido al Gobierno demostrar con hechos la necesidad de conseguir los registros (llamadas telefónicas, correos, etc.) relacionados con los sospechosos de una potencia extranjera. Ese proyecto de ley no es muy diferente del que apoyaron Justin Amash y John Conyers y que fue criticado por la Casa Blanca.
Ahora, la administración Obama defiende el derecho de la NSA para recopilar información sobre cualquier ciudadano que esté fuera de Estados Unidos.
El presidente incluso hizo una declaración cuando comenzó todo este escándalo y dijo que las cosas no son tan malas como lo parecían y que los programas de espionaje (sobre todo Prism) ni siquiera seguían a los estadounidenses o a las personas que viven en suelo estadounidense. Como si el hecho de espiar al resto del mundo hubiera aportado más valor moral a esas acciones.
Asimismo, Obama cambió posteriormente su posición tras el fracaso de la enmienda de 2007 y apoyó una ley que autoriza ahora el programa Prism, concretamente la Ley de Enmiendas FISA de 2008.
Otro ejemplo al que apunta ProPublica es una enmienda de 2008 apoyada por Barack Obama que habría exigido a los departamentos de Defensa y Justicia completar una auditoría conjunta de todas las comunicaciones interceptadas de los estadounidenses por la NSA. Esa enmienda también fracasó.
Por supuesto, cuando Obama era senador, George Bush era presidente, el mismo miembro que permitió y elogió la Ley Patriota tras la tragedia del 11-S y permitió la modificación de ciertas disposiciones de la ley para dar lugar a más violaciones de la privacidad.
Ahora, en lugar de poner orden en las agencias de inteligencia, Obama y su administración optó por cazar a Edward Snowden y boicotear a las autoridades rusas por concederle asilo temporal al filtrador.
Por supuesto, en los años que pasaron desde que Obama llegó a ser presidente han cambiado muchas cosas, incluso una de sus promesas para proteger a los filtradores.
Sin embargo, es cierto que Obama no ve a Edward Snowden como a un denunciante, porque no fue a las autoridades para desvelar lo que consideraba como una violación de la Constitución de Estados Unidos y de los derechos humanos fundamentales. Estoy segura de que eso habría resuelto pocas cosas.
Lo más curioso es que en el año 2007, Obama co-patrocinó un proyecto de ley que habría exigido al Gobierno demostrar con hechos la necesidad de conseguir los registros (llamadas telefónicas, correos, etc.) relacionados con los sospechosos de una potencia extranjera. Ese proyecto de ley no es muy diferente del que apoyaron Justin Amash y John Conyers y que fue criticado por la Casa Blanca.
Ahora, la administración Obama defiende el derecho de la NSA para recopilar información sobre cualquier ciudadano que esté fuera de Estados Unidos.
El presidente incluso hizo una declaración cuando comenzó todo este escándalo y dijo que las cosas no son tan malas como lo parecían y que los programas de espionaje (sobre todo Prism) ni siquiera seguían a los estadounidenses o a las personas que viven en suelo estadounidense. Como si el hecho de espiar al resto del mundo hubiera aportado más valor moral a esas acciones.
Asimismo, Obama cambió posteriormente su posición tras el fracaso de la enmienda de 2007 y apoyó una ley que autoriza ahora el programa Prism, concretamente la Ley de Enmiendas FISA de 2008.
Otro ejemplo al que apunta ProPublica es una enmienda de 2008 apoyada por Barack Obama que habría exigido a los departamentos de Defensa y Justicia completar una auditoría conjunta de todas las comunicaciones interceptadas de los estadounidenses por la NSA. Esa enmienda también fracasó.
Por supuesto, cuando Obama era senador, George Bush era presidente, el mismo miembro que permitió y elogió la Ley Patriota tras la tragedia del 11-S y permitió la modificación de ciertas disposiciones de la ley para dar lugar a más violaciones de la privacidad.
Ahora, en lugar de poner orden en las agencias de inteligencia, Obama y su administración optó por cazar a Edward Snowden y boicotear a las autoridades rusas por concederle asilo temporal al filtrador.