El huracán Henriette, que recorre ahora el océano Pacífico, tiene tormentas que miden hasta 16 kilómetros en altura, según apunta la información recopilada por la TRMM (Misión de Medición de Lluvias tropicales) de la NASA.
Los meteorólogos explican que a pesar de parecer impresionante, las tormentas de esas dimensiones son en realidad típicas para fenómenos naturales tan fuertes.


Concretamente, cuanto más fuerte sea una tormenta, a más altitud llegan sus nubes en la atmósfera, informa Live Science.

Asimismo, estas nubes altas son las responsables de las lluvias torrenciales que hubo en los últimos días.

Los investigadores afirman que las tormentas que arrastra el huracán Henriette provocan precipitaciones de hasta 5,5 centímetros por hora.

Dado que generan intensas cargas de calor latente debido a la condensación de agua, las nubes tormentosas altas como las que arrastra el huracán Henriette son llamadas a menudo “torres calientes”.

Una vez que el huracán comience a debilitarse, las precipitaciones bajarán y las tormentas también disminuirán. Los científicos del Centro Nacional de Huracanes de Miami esperan que no pase demasiado tiempo hasta que eso ocurra.

Asimismo, también afirman que a pesar de que Henriette ya alcanzó su estatus de categoría 2, no constituye una amenaza para la gente, porque está a una distancia considerable de las costas y su trayectoria estimada indica que no tocará tierra.

El huracán está a aproximadamente 1.780 kilómetros de Hilo, Hawái, y parece estar moviéndose hacia el oeste.

Según la misma fuente, el huracán se originó el 3 de agosto y comenzó como una depresión tropical en el océano Pacífico oriental.

Más adelante, se convirtió en una tormenta tropical y, después de ganar mucho más fuerza, se convirtió en un auténtico huracán.

En estas últimas semanas, el océano Pacífico oriental ha generado muchas tormentas. La cuenca del Atlántico ha sido bastante tranquila, pero los investigadores sospechan que la actividad tormentosa en esta región podría intensificarse pronto.